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sábado, 14 de junio de 2014

El cuento de la agenda ... La visión de la sacerdotiza

La cultura celta, heredera de las tradiciones del norte de Europa se asentó en distintos bastiones generalmente rodeados por bosques sagrados y desarrolló una cultura rica en mitos, ciencia y magia, en la península Ibérica diversos grupos celtas lograron dominar una zona de lo que ahora es Galicia y convivieron con los Iberios en los tiempos de la conquista romana. 

En aquellos tiempos  de expansión y dominio romano, fueron miles los muertos de dicha cultura, pueblos enteros que se oponían a la destrucción de su cultura y sus bosques se enfrentaron en la guerra contra el imperio aun cuando las condiciones no jugaran a su favor.

Los bravos guerreros en trances hipnóticos avanzaban con fervor contra los enemigos, las mujeres con sus alborotados cabellos y cuchillos en mano se unieron a las revueltas en un intento de proteger su cultura. Sin embargo parte de las poblaciones se refugiaron en la magia, una pequeña porción del pueblo celtibérico siguiendo a sus druidas, los máximos representantes de las tribus, huyeron a los pirineos, en aquella misteriosa cordillera legado de Ilene, la hermosa diosa lunar Ibérica, los acogió con su protección.

En sus cumbres y protegidos por una barrera mágica de cualquier extraño floreció una pequeña villa  gobernada por un consejo de sabios druidas alrededor de uno de los santuarios de los montes lunares, la hermosa Lore, la flor de la luna, ha sobrevivido el pasar de siglos en una relativa paz y es el escenario donde da inicio esta historia, 

...

La habitación como de costumbre se encontraba helada, el invierno había regresado con su devastador clima y la lumbre encendida en un rincón del hogar apenas emanaba tímidas olas de calor, que se dispersaban por el salón. El humo de la chimenea flotaba en el aire e impregnaba toda la pequeña casa con un aroma a pino.

-!Aura!!! 

La joven doncella de piel nívea con gesto decidido enjuaga su rostro mientras visualiza su reflejo en un hermoso espejo de bronce.No necesitaba del llamado de su padre, antes que este hubiera pensado en avisarle Aura presintió lo que ocurría, como un débil pinchazo en su mente ... Otro enfermo llegaba al templo lunar, el doceavo desde el solsticio.
Corriendo llega a la entrada del templo para observar a un pequeño niño con los colores de una de las aldeas cercanas, posiblemente perdido entre los bosques y al parecer encontrado por su padre en una de sus partidas de exploración, no era algo raro en esa estación; el frío invierno no perdonaba a los intrépidos aventureros ni a los pobres infantes y Aura con todo su poder solo podía mitigar el daño sanando heridas y cuidando corazones.

Una curación general, algunos cánticos revitalizántes, sellos vitales en su frente y corazón ... Todo el poder de su cultura transmitido por los antiguos en runas trabajando para que el pequeño niño sobreviva, esa es la parte facil de tratar a un herido; la fuerza vital del joven es la que determinaría su destino.

La runa de la fuerza para la vitalidad, la del tiempo para acelerar el proceso, la de la sabiduría aplicada en ella misma para poder reconocer el mal en el cuerpo del niño, Aura conoce el procedimiento a la perfección y mientras sus pequeñas manos trabajan ágilmente y sus labios pronuncian letanías en una lengua olvidada su mente se encuentra en otro lugar. Sus azules ojos hoy se pierden en el cielo gris aguardando algo más. Al finalizar el ritual se levanta lentamente y con la vista fija en el horizonte pronuncia con cautela una advertencia.

-Se avecina una tormenta, y no solo traerá nieve a Lore ...

Con la tormenta en su mente y dejando al niño al cuidado de su padre Aura toma su atuendo ceremonial y se dirige al altar de la Diosa. Su larga túnica azul se arrastra por las finas lozas del templo mientras que la tiara en su cabeza le arranca destellos dorados al atardecer, paso a paso la hermosa dama se despoja de sus joyas dejando a su paso un camino de gemas brillantes. 

Al llegar al altar, una plataforma circular de piedra, la jovencita empieza a bailar, con movimientos lentos y armoniosos al comienzo Aura empieza la danza ritual de protección, uno de los grandes secretos del templo.
Una vez iniciado el ritual los sabios del templo rodean el altar comenzando a tocar música tribal con sus tambores sagrados mientras uno a uno aguarda a que la hermosa dama se acerque a ellos. sin dejar de bailar la doncella de la luna realiza un corte en sus brazos derramando parte de su sangre en cada tambor, al dar una vuelta completa al circulo y con un ritmo frenético la sangre empieza a formar un sello protector en el suelo del templo

Rojo sobre gris ... la sangre de Aura se fija en la piedra con un suave resplandor que refleja la luz de la luna, han pasado horas desde el inicio del ritual y finalmente con la luna en su cenit la hermosa joven cae exhausta al suelo, si desean que el ritual tenga éxito no deben ayudarle a recuperarse mientras ella permanezca en el templo, así que todo el mundo desaloja el recinto ... Todos menos John, el padre de Aura, quien espera ansioso el momento en que su hija se levante y el pueda llevarla sana y salva a su cabaña.

John desaprueba los antiguos rituales de la tribu, le parecen demasiado bárbaros y peligrosos, con nuevas arrugas en su frente se limita a asentir con fuerza y arropar a su hija quien finalmente a logrado ponerse de pie. 

-Al menos, hemos sobrevivido a esto

Le dice a su hija preocupado, ella no responde, sus temores no han logrado disiparse pero no puede hacer más por su pueblo, al menos no por esa noche, la espera su mullida cama y un largo sueño recuperador. John impone la runa de la protección a su hija en su afán de ayudarla y se sienta impotente a vigilar el sueño de la sacerdotisa de la villa.

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