Este blog no se especializa en opiniones, la idea central ni siquiera defiende una postura (probablemente porque yo intento no defender ninguna, adherirme a muchas, o simplemente ser "conveniente" en la mayoría de las situaciones), y sin embargo hoy mi mente no puede terminar el día sin gritarle al mundo un gran insulto.
A la mierda todo!
Y es que las utopías donde sonreímos y somos felices están tan lejos de la realidad que desmotivan, es que no dan ganas de luchar por lo que queremos, soñamos, pensamos. Seguimos guardando silencios estúpidos, callando verdades y apaciguando ánimos.
Porque las utopías soñadas son pacíficas y no violentas elegimos la pasividad y el forzado autocontrol, porque el ideal de muchos (sí, yo espero seamos muchos) no transforma desde el rincón.
Hoy es un día donde mando todo a la mierda, pero como un acto, una verdadera acción frente a lo que muchos callan (callamos, yo sé) hoy se van al carajo las calmadas buenas intenciones, y las frases educadas, hoy los sarcasmos que no se entienden por todos le abrirán espacio a verdades directas y molestas para quien las oiga.
Hoy sigue soñando con mi utopía, como espero cada ser humano logre hacer algún día, pero hoy quiero cambiar mi realidad para intentar cambiar la de los demás.
Hoy, soy llamado mamerto por mi hermanito, aún cuando sé que pensamos en lo mismo, y es por esto que tengo que gritarlo, al carajo su etiqueta, porque pensar en mejorar mi futuro y mi presente no me convierte en un hablador, pa sus tres mierdas con sus estereotipos y que un nuevo sendero posible se abra.
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