Es tarde, el cielo esta nublado y al al distancia los truenos anuncian una gran tormenta.
La energía del poblado no se siente, en la ciudad de Xie, es normal ver a los pequeños, jóvenes y hasta a los adultos, danzar alegremente bajo la lluvia y jugar bajo la luz lunar, sin embargo hoy las madres no les han permitido salir.

Todos los animales ansiosos y asustados buscan refugio en sus casas, el parque central esta desolado y las calles desiertas, solo se escucha el clip-clap de las primeras gotas de lluvia que caen sobre los grises tejados de la capital.....claro y por supuesto el ruido aterrador de los truenos.

El pequeño Juan se apresura a buscar a su madre, al encontrarla corre hacia la hermosa dama; ella y su esposo finalmente encuentran un poko de paz, y después de abrazarle, cierran puertas y ventanas, y con bebidas calientes, caricias y cuentos e hadas logran clamar al infante que rápidamente queda dormido.
Mientras sus miradas se cruzan esperan lo inevitable.

La prospera Xie, con extensas zonas comunales, siempre ha respetado la naturaleza; la ciudad parece emerger de la tierra de una manera tan natural que se funde con su entorno. Ahora con todas las casas selladas ante la inminente tormenta, la capital industrial del imperio se asemeja a un campo de flores aun en capullos

Solo una vivienda, en la zona suburbana sigue abierta y en espera de que algo suceda. La bella Isabelle aun espera la llegada de su esposo

Isabelle es un poco joven para estar casada, es audaz y soporta a la maravilla los ajetreos de una ciudad en crecimiento; es demasiado orgullosa para aceptar sus defectos ((o los de su amado)), pero finalmente es afortunada de tener a su príncipe soñado junto a ella.

Observando como cae la lluvia sobre el santuario q se encuentra cerca al lago recuerda tiempo atrás, sus días en el templo. Isabelle, es una poderosa sacerdotisa del templo lunar de Xie, o bueno lo era antes de casarce, aun cuando renuncio a sus votos por el fantástico aventurero que robo su corazón; su latente poder continua siendo enorme y su pequeña villa prospera gracias a sus mágicos cuidados

El tiempo pasa, el reloj inmisericorde continua avanzando sin cesar, la lluiva empieza a inundar las calles. Isabelle continua bajo la lluvia esperando a Arthur. Èl, un famoso arqueologo estudioso de las civilizaciones antiguas, siempre con una sonrisa en su rostro y una mirada audaz, salio en la mañana desatendiendo los presentimientos de su esposa. 

El sabor del ultimo beso, aun recorre sus labios. La conexion entre sus cuerpos, la atracción que ejerce del uno sobre el otro, son cosas q Isabelle no logra apartar de su mente.

La lluvia a cesado......